Tres grandes damas dieron lustre y brillo a la ceremonia anual del Día Escolar de la no Violencia y la Paz, instituido por el educador mallorquín Llorençe Vidal en el aniversario de la muerte de Mahatma Gandhi. Por octava vez este acto conmemorativo se celebró en el colegio Caude de Majadahonda que participó de forma muy destacada con un coro de escolares animado por la banda de música del colegio y una alegoría de Nelson Mandela en el amplio patio del colegio.
Soy un veterano del DENIP desde el ya lejano 1986 junto al inolvidable profesor Tierno. Hubo una etapa muy prolongada en el Instituto Egipcio de Madrid, pasando por el centro cultural de la Villa con mi amigo el alcalde Álvarez del Manzano y en estos últimos años se ha cuidado mucho el simbolismo y la proyección de esta fiesta de la paz. Una comunicación en directo con la base española de la Antártida, una lección magistral con el Centro Espacial Europeo y una conferencia de un diplomático ruso sobre Yuri Gagarin. La participación de dos embajadores de la India, conmemorando la figura de Mahatma Gandhi y en 2020 centrándonos en uno de los grandes personajes del siglo XX, el político y pacifista Nelson Mandela.
Esta vez, como ya os dije al principio, hubo un trio de damas. La embajadora polaca, Marzenna Adamczyk, caminando por el patio de butacas, escenificó la tragedia del pueblo judío, víctima de la «otredad» a quien ya se culpó de la peste medieval, como en Toledo por el asesinato de la niña judía, añado yo. Hizo revivir los progroms que padecieron los judíos para llegar cabalgando en el tiempo a la Alemania de los años 30 del siglo XX, en que dijo textualmente que el pueblo alemán tan culto, el de Goethe, Beethoben y Schiller eligió democráticamente a Adolf Hitler. El resultado, seis millones de polacos y la Shoa del pueblo judío.
La activista sudafricana, Thenjiwe Ethel Mtintso, que fue secretaria del CNA (Congreso Nacional Africano), embajadora en Cuba y actualmente en Madrid, descendió también al discurso emocional, como había hecho su colega polaca. Evocó la represión y la persecución que padecieron los negros y gente de color en su país. A la descripción de la barbarie del Apartheid siguió un retrato de Nelson Mandela rememorando los 29 años de prisión en una islita, Robben Island, en la bahía de Ciudad del Cabo. Denunció también la situación de los africanos asediados por las potencias que ambicionan sus materias primas y el desprecio a los negros, evocando tal vez un hecho de actualidad en España, donde el futbolista Iñaki Williams recibió gritos selváticos proferidos por la hinchada del español de Barcelona. Su tono fue muy reivindicativo indicando que la lucha por la igualdad de todos los habitantes del planeta continúa.
Por su parte, la profesora Kayoko Takagi, recientemente condecorada por el emperador de Japón, Naruhito, evocó los hechos de Hiroshima y el desgarro que supuso la segunda guerra mundial para su país, su tono muy calmado y suave nos reconfortó a todo en la necesidad de que exista la paz en el mundo.
Como respuesta a estas tres ilustres damas aporté la propuesta de Paz y Cooperación de evitar la violencia compartiendo los valores de la Carta de San Francisco de las Naciones Unidas, que nace también del horror de la guerra. Subrayé la necesidad de la reconciliación, de nada sirve lamentarse por la suerte de los judíos, indignarse por la ceguera de los racistas blancos o gemir por las bombas atómicas si no podemos la palabra amor en nuestros corazones, si no se ama al judío, al diferente y se destruye la «otredad» a la que se refería Marzenna.
Se entregó el Premio al ganador español del certamen con CTBTO «Por un mundo más seguro» al escolar de siete años Alvaro Cobos Palacino, que asistió con su lucida familia y al estupendo colegio extremeño de Badajoz «Ciudad de Badajoz» se le galardonó con el Trofeo Nelson Mandela. Enhorabuena.
Los movimientos pacifistas abogaremos siempre no solo por la destrucción de las armas sino también por la reconciliación de los espíritus. Dicho en palabras de la Madre Teresa «La paz comienza con una sonrisa y en el hogar» y la admonición de Mahatma Gandhi «No hay camino para la paz, la paz es el camino», o con Benjamin Franklin que nos invita a tender puentes y no construir muros.
Repitamos con María Montessori la necesidad de educar para la paz y con Paz y Cooperacion la educación a la mundialidad.
Pongamos la inteligencia al servicio de La Paz y subrayemos con Albert Einstein la necesidad del entendimiento para conseguir La Paz. Por esta razón, Paz y Cooperación ha instituido el día escolar por el Entendimiento y La Paz que organizamos conjuntamente con el DENIP.
Para quienes se interesen por estos temas, les sugiero que se dirijan a Elvira Sánchez-Igual de la Asociación Mundial de Educadores Infantiles y patrona de Paz y Cooperación, que se ha especializado en la educación de 0 a 3 años y que en los primeros días de marzo organiza un congreso dirigido a educadores.
Como veis, queridos lectores, como decía el torero Rafael El Gallo «Hay Gente pa tó».