Presentación Crónicas de la Nueva Caverna
Una vez más, GD fue clave en un acto en Madrid, esta vez en el Centro Riojano situado en el centro neurálgico de la moda madrileña, la calle Serrano casi esquina a Goya. El lema de este centro podría ser «Cata y Piensa”, ya que organizan catas de vino incluso internacionales como la próxima del día 15 de vinos de Azerbaiján, y siempre claro está con exaltación de sus vinos de La Rioja que como Chianti en Italia dan significado a un territorio, esta región se proclama como madre del castellano y el CR organiza lecturas de Gonzalo de Berceo, como ven amables lectores, se cata y se piensa.
El día 4 de octubre a las 19.00 h. se celebró la presentación del libro de vuestro intrépido redactor, un poco Meterete que en todas partes se mete, como recordarán los que peinen canas de entre vosotros.
Ante una sala bautizada como “Sala de la Lengua” repleta de público, el flamante y joven presidente de CR, que por cierto no es el llorado CR7 por los madridistas, se explayó en introducir el acto y pasó la palabra a Alejandro Echegoyen, un fotógrafo argentino muy conocido en los medios artísticos y diplomáticos, fue brevísimo, se limitó a decir que todos los días manejaba el diccionario para aprender nuevas palabras de estas crónicas cavernícolas. A continuación, Alfonso Ramonet se revistió los paramentos de la moral católica y pronuncio una breve, pero rotunda definición del sentido ético de la vida, era un gusto verlo a sus cerca de noventa años erguirse como un león de Judá, genio y figura.
escribiendo y contando muchas cosas, tirando de actualidad, fantasías y recuerdos. Con lo que se elabora un buen pote gallego, añadiéndole unas gotas del sentidiño de Don Xulio.
Por su parte, José Antonio Ruperez a quien va dedicado el libro destripó como si fuera un carnicero de las ventas mi libro, demostrando haberse leído todas y cada una de las crónicas, lo que es muy de agradecer, pues en muchas presentaciones de libros no se suele pasar de comentarios sacados del prólogo. Resaltó que todos los días a las siete de la mañana recibía la crónica de GD que le servía de despertador, como también dice José Luis Izaguirre que, por cierto, presentó otros cuatro libros de esta saga de GD.
No quiero explayarme en relataros lo que dijo José Antonio porque mi modestia, es broma, no me lo permite, fue eso si un acicate para seguir
Me tocó el turno, yo tenía un guion que había preparado con la ayuda de Ester sin h, pero que deseché inmediatamente e improvisé todo un discurso mitin y así fueron las cosas.
Les expliqué a mi atento auditorio que Gonzalo de Berceo representaba las tres constantes patrias, la lengua castellana, la religiosidad y la picaresca. En este punto fue inevitable referirme a las tarjetas black y a todas las artimañas de todos nosotros hijos de Iberia.
La nueva caverna representa la vuelta al siglo XIX y XX, que defienden nuestros progresistas de pacotilla que en vez de mirar al futuro y desbrozar la selva de las nuevas tecnologías, de la era digital, se complacen, se regodean en el enfrentamiento de la guerra civil, en el anticlericalismo y en convertir a las damas en amazonas con lanza y todo. Esto último es ya del siglo XXI.
La portada es una espléndida y dramática fotografía de Nicoleta Lupu, una fotógrafa de cuerpo entero, desgarrada, autentica, fumigena, que se encierra en un cuerpo esbelto de bella joven, pero con reaños mefistofelicos. Toda una artista de cuerpo entero. Un descubrimiento de su mecenas, la multifacética Alicia Viladomat.
Hubo un turno de preguntas, todas muy centradas en el contenido del libro que agradecí mucho.
Después, como no podía ser de otra forma, el galáctico presidente nos invitó a todos a degustar los caldos de La Rioja, esto fomentó la amistad entre los presentes y caldeó el ambiente. Mientras tanto yo tuve el placer de dioses, que para cualquier que escriba lo es, de firmar un montón de libros.
Qué bonito es cuando como en este caso, Galicia y La Rioja se dan la mano y participan en la búsqueda del bien común que invocó Alfonso Ramonet y en la esperanza de una posible regeneración de todos nosotros que a veces somos simpáticos, alegres, pero tramposos, ácratas y buscadores de la piedra filosofal para quedárnosla, claro, por medio de nepotismo, travesuras y otras malas prácticas. Por lo tanto, ¡Viva Galicia y viva La Rioja!
A mis queridos lectores les recomiendo visitar el Centro Riojano, donde se cata y se piensa y además hay un estupendo restaurante. José Antonio estás al timón, ojo al parche, y enhorabuena por este entrañable acto del día de ayer.