El 2 de abril se celebra el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo. En los últimos años, se ha avanzado considerablemente en la concienciación y la aceptación del autismo. Esto se debe principalmente a la contribución de los numerosos e increíbles defensores de las personas con autismo que han trabajado incansablemente para dar a conocer al resto del mundo las experiencias vividas por las personas autistas. Asimismo, profesionales sanitarios, investigadores y académicos de muchos países ya han incorporado a su trabajo el paradigma de la neurodiversidad, acuñado por la socióloga Judy Singer a finales de la década de 1990.
Hemos abandonado la idea de curar o convertir a las personas con autismo para centrarnos en su aceptación, apoyo, inclusión y la defensa de sus derechos. Se trata de un gran cambio para todas las personas con autismo, sus aliados, la comunidad de la neurodiversidad y el mundo en general. Les permite reivindicar su dignidad y autoestima, e integrarse plenamente como miembros valiosos de sus familias y sociedades.
Este año el Día sirve, además, para destacar las contribuciones que hacen las personas con autismo al mundo en el hogar, en el trabajo, en las artes y en la elaboración de políticas.
Sin embargo, las personas con autismo siguen enfrentándose a la discriminación y a otros retos. Como todos los grupos, poseen una amplia gama de talentos y retos que a menudo no son reconocidos por el mundo en el que nacen. Además, los niveles de concienciación y aceptación varían drásticamente de un país a otro. También debemos reconocer que estas personas son especialmente vulnerables a los grandes trastornos de las rutinas y la vida cotidiana, como pandemias, guerras y desastres naturales.
Fuente: Naciones Unidas